El tratamiento del bruxismo es una de las soluciones en salud bucodental que más dependen de las causas y los síntomas de la dolencia, por lo que conviene estudiar cada caso concreto antes de actuar.
Una de las consultas odontológicas más habituales para los pacientes de salud bucodental en los últimos años gira en torno al tratamiento del bruxismo, ya que es una dolencia médica cada vez más frecuente. Y es que está asociado generalmente con ciertos problemas de salud mental, como el estrés y la ansiedad, que han crecido en la sociedad debido a un día a día acelerado, provocando a su vez este tipo de patologías nerviosas.
Sin embargo, para realizar el tratamiento del bruxismo y darle solución, resulta imprescindible encontrar cuáles son sus causas concretas, a qué tipología responde y mediante qué síntomas se manifiesta. Una vez quedan determinados estos factores, es posible hacer frente al bruxismo con la ayuda del bótox o mediante cualquier otro tratamiento recomendado.
¿En qué consiste exactamente el bruxismo?
El bruxismo es el movimiento inconsciente de las mandíbulas por el cual los dientes rechinan o chocan entre sí. Se trata de una práctica que no implica ningún propósito ni función corporal u orgánica -como la respiración, la alimentación o el habla-, por lo que es prescindible y evitable, ya que además se trata de un gesto completamente involuntario.
¿Cómo se diagnostica el bruxismo y cuáles son sus síntomas?
A priori, el diagnóstico y el tratamiento del bruxismo no resultan sencillos cuando se da por la noche, si no hay nadie que lo presencie y pueda advertir estos movimientos en el paciente. Cuando esto sucede, los especialistas pueden confirmarlo mediante un estudio de la mandíbula y del estado de los dientes. No obstante, más allá de la apreciación, hay determinados síntomas que, unidos, pueden ser clave para encontrar las mejores soluciones al bruxismo adaptadas a cada paciente:
- Desgaste en el esmalte dental.
- Pérdida de piezas dentales o gran erosión de las mismas.
- Problemas con empastes, endodoncias o coronas dentales.
- Alta sensibilidad y dolor dental.
- Dolores musculares mandibulares.
- Dolores de cabeza.
- Dolores en zonas colindantes, como los oídos o el cuello.
- Percepción de modificaciones en la mordida.
Tipos de bruxismo
Podemos diferenciar dos tipologías en esta dolencia en función de cuándo se dan estos movimientos. Por un lado, nos encontramos con el bruxismo diurno o bruxismo de vigilia, que tiene lugar cuando el paciente está despierto. Se trata de un mal hábito que se explica en muchas ocasiones desde el estrés. Por otra parte, el bruxismo del sueño o bruxismo nocturno es aquel que sucede en las fases más profundas del sueño y sin control alguno en la fuerza de los movimientos.
Causas más habituales de bruxismo
Para entender cómo funciona el rechinar de dientes, es importante analizar las causas más habituales entre los pacientes de bruxismo, porque en algunos casos nos ayudan a resolver el problema:
- Problemas de salud mental como estrés o ansiedad.
- Malos hábitos como alcoholismo, tabaquismo o drogadicción.
- Mala colocación de los dientes, a la que el organismo responde intentando desgastarlos.
- Patologías del sueño como apneas, reflujos gastroesofágicos o ronquidos, entre otras.
- Ingesta excesiva de cafeína.
En qué consiste el tratamiento del bruxismo
El tratamiento del bruxismo se puede afrontar desde distintas perspectivas teniendo siempre en cuenta sus causas y sus síntomas, que suelen variar entre unos pacientes y otros. De forma general, existen cuatro soluciones al bruxismo -y algunas recomendaciones- a la hora de hacer frente al bruxismo:
Férulas de descarga
Tras el diagnóstico primario del bruxismo, en primera instancia es muy habitual recomendar las férulas de descarga, un protector dental hecho a medida que, pese a no resolver el problema, sí evita un mayor desgaste de los dientes por el rechinamiento.
Bótox para bruxismo
El bótox para bruxismo consiste en la inyección de toxina botulínica en la zona mandibular con el fin de reducir los movimientos involuntarios y la fuerza de los mismos. Si bien no cura el origen del problema, minimiza considerablemente los dolores.
Cirugía
Las cirugías son la última solución para el bruxismo, recomendable únicamente en casos sin más alternativas. La operación se puede practicar mediante artroscopia o cirugía abierta ortognática, y en muchos casos se utiliza para implantar prótesis o recolocar la mandíbula.
Tratamiento del bruxismo de forma conservadora
Cuando hablamos del tratamiento del bruxismo de forma conservadora, nos referimos a la aplicación de metodologías no interventivas, como la fisioterapia craneal, los ejercicios faciales o el tratamiento de las posibles psicopatologías que puedan estar provocando la dolencia.
Otras recomendaciones al tratamiento del bruxismo
Por último, más allá de los tratamientos específicos contra el bruxismo, es conveniente adoptar ciertas recomendaciones, como practicar ejercicios de relajación, evitar mascar chicle o comerse las uñas, aplicar calor en los puntos de dolor e ingerir alimentos blandos, entre otros ejemplos.
Lo mejor es combinar recomendaciones y tratamiento del bruxismo
Tal como hemos comentado, nos referimos a una dolencia que en la mayoría de ocasiones viene provocada por problemas subyacentes, como son el estrés o la ansiedad. Por este motivo, la mejor recomendación que podemos hacerte como expertos en salud bucodental es que combines el tratamiento del bruxismo con otras recomendaciones, como las técnicas de relajación o la atención a tu salud mental.Más allá de las causas que te estén provocando este problema, nosotros queremos ser parte de la solución y podemos hacerlo gracias a nuestra experiencia en este ámbito.
En la Clínica Autrán Dental, contamos con un equipo de especialistas que sabrá diagnosticar y tratar tu caso brindándote una solución personalizada. Desde una férula de descarga, hasta una rehabilitación oral adhesiva completa. Buscamos y encontramos la mejor opción para mejorar o eliminar tus dolencias bucodentales.
Preguntas frecuentes
Los síntomas incluyen desgaste dental, sensibilidad o dolor en los dientes, dolores musculares en la mandíbula, dolores de cabeza frecuentes, molestias en el cuello y oídos, así como cambios en la mordida. También puede provocar problemas con empastes o coronas dentales.
Entre las opciones de tratamiento están las férulas de descarga, inyecciones de bótox, fisioterapia craneal y, en casos extremos, cirugía. Estas soluciones se combinan con recomendaciones como ejercicios de relajación y cambios en los hábitos diarios.
Si bien no siempre se elimina por completo, el bruxismo puede controlarse mediante tratamientos adecuados y cambios en el estilo de vida. Identificar y abordar las causas subyacentes, como el estrés o los problemas de sueño, es clave para minimizar sus efectos.