Armonización orofacial mediante técnicas de infiltración con ácido hialurónico

La armonización facial consigue unos resultados inmediatos. El paciente ve los resultados antes de salir de la consulta.

Es reversible. En caso de que el resultado no guste, existe un antídoto llamado hialuronidasa. Se puede administrar de inmediato o meses después, y elimina por completo el ácido hialurónico sin afectar en absoluto el tejido en el que se haya aplicado, devolviéndolo a su forma original.

El paciente siente confianza por la técnica desde el primer momento porque es partícipe en la toma de decisiones sobre su aspecto.

Las principales ventajas de la armonización facial:

Es preventiva. A partir de los 26 años, el cuerpo degrada más ácido hialurónico del que produce. Tratamientos anuales de reposición ayudan a retrasar el envejecimiento.
Los resultados del tratamiento son visibles de inmediato y mejoran con el tiempo, ya que el ácido utilizado, al ser hidrofílico, absorbe y retiene agua en las áreas tratadas, dando más turgencia e hidratación al tejido.
Nunca se termina de perder el efecto. El ácido tiene memoria al ser un componente que forma parte de nuestro cuerpo. Si un año nos sometemos a un tratamiento de 5 viales para conseguir un resultado lo más normal es que al año o dos años necesitemos la mitad para conseguir lo mismo. No es un tratamiento perdido.
Es reversible. En caso de no estar satisfechos con el resultado, existe un antídoto conocido como hialuronidasa. Puede aplicarse de inmediato o meses después, eliminando completamente el ácido hialurónico sin afectar el tejido donde se haya colocado, devolviéndolo a su estado original.
El paciente es partícipe en la toma de decisiones sobre su aspecto.

El tratamiento armonización facial no consiste simplemente en rellenar con fillers, sino en buscar una armonía general con un enfoque más preventivo que restaurador. Se trata de una perspectiva de medicina estética muy natural, que comprende el proceso de envejecimiento y aborda las áreas específicas que necesitan tratamiento en cada paciente, ya sea en términos de reabsorción ósea, muscular o de compartimentos grasos.